Gollizno, sendero con un completo patrimonio.

El domingo 19 de noviembre hicimos la primera visita a espacios naturales dentro del programa ECODIAS, el destino fue la “Ruta del Gollizno”, un sendero plagado de patrimonio natural, cultural e histórico. Viendo el calendario sabíamos que este lugar nos regalaría un paisaje otoñal que incrementaría el atractivo de esta actividad. Fue una apuesta sobre seguro.

La ruta la iniciamos en Moclín siendo la primera parada improvisada la furgoneta de un panadero que tuvimos la suerte de encontrar, tanto para él que logró unas ventas no esperadas y para algunos de los participantes que disfrutaron de los ricos productos locales. Una vez todos reunidos iniciamos la bajada hacia Olivares, en el camino hicimos varias paradas para hablar del patrimonio natural de la zona (cultivos, murciélagos, pinos, etc.).

Una vez en Olivares, unos de los “Pueblos de Moclín”, conocimos a uno de los grandes protagonistas de la visita, el río Velillos. Un río que estaba con un colorido otoño y que mostró su rico patrimonio natural, por ejemplo, vimos huellas de nutria. En diversas ocasiones hicimos varios juegos-dinámicas para desvelar el concepto de ecosistema o las bandas de vegetación que existen en los bosques de ribera.

Este recorrido discurre por los limites occidentales del ZEC Sierra del Campanario y las Cabras. Este espacio natural tiene tres grandes valores naturales que se consideran prioritarios. Por un lado, sus cuevas (por sus poblaciones de murciélagos), el otro los ecosistemas de ribera, como el que disfrutamos en el río Velillos, siendo su otro gran patrimonio natural los paredones. Durante el recorrido vimos algunas de las tobas más espectaculares de la provincia y paredones aparentemente desnudos, pero con tesoros botánicos colgados (como los “zapatitos de la virgen”). Gollizno, significa estrechamiento, y esto se observa en el angosto cañón que recorrimos a través de un puente colgante y unas pasarelas.

Tras abandonar el río comimos en la Fuente de Corcuera, un descanso merecido tras la primera subida del día. Tras esta pausa el patrimonio natural dejó paso al histórico ya que visitamos unas posiciones de la Guerra Civil, hablamos de la Cueva de Malalmuerzo y vimos unas pinturas rupestres. Los Pueblos de Moclín son un tesoro por descubrir.

Ya solo nos quedaba un último kilometro de cuesta para acercarnos al Castillo de Moclín, una subida que nos mostró la ubicación idónea de esta fortificación.

La jornada tocaba a su fin, los participantes disfrutaron del recorrido, consideramos que cumplimos las expectativas, pero también hay que indicar que el legado natural, cultural e histórico que visitamos nos lo puso fácil. Nos despedimos dando las gracias a los participantes, esperamos volver a verlos en otro ECODIAS.