Acción para mejorar la vida de nuestros vecinos animales.

El 14 de abril del 2024 realizamos una serie de actuaciones en un reducido espacio periurbano, fue un voluntariado ambiental en el que abarcamos un amplio abanico de tareas diferentes con una característica en común, mejorar las poblaciones de la fauna urbana de la ciudad de Granada. Estos animales son nuestros necesarios vecinos que ayudan a que el ecosistema ciudad sea más sostenible pero que también nosotros, lo humanos, tengamos una mejor salud y calidad de vida. Por ejemplo, nuestras plazas serían lugares inhóspitas y tristes sin el canto de los pájaros, nuestros jardines tendrían menos flores sin el control del pulgón que hacen las mariquitas o sufriríamos más picaduras de mosquitos sin animales insectívoros como murciélagos o vencejos. El ser humano vive, quiera o no, en un ecosistema que debe ser equilibrado por nuestro propio bien y el del planeta.

El entorno escogido es el Campus de Cartuja, en concreto un espacio que la Universidad de Granada, a través del programa Ecocampus empezó a naturalizar hace unos años. ECODIAS ya trabajo en este espacio el otoño pasado, esta primavera retomamos esta tarea.

Hemos realizado muchas tareas diferentes, que vamos a intentar resumir:

• Abordamos unas mejoras en las 3 charcas que hay en la zona, mejoramos la estructura de las charcas (reparando y reforzando las cubetas) pero también avanzamos hacia su naturalización haciendo por ejemplo una pequeña isla con un posadero y vegetación. Durante nuestro trabajo vimos como jilgueros, verderones, gorriones, verdecillos o palomas torcaces se acercaron a beber o acicalarse. Estas charcas estás concurridas.

• Quisimos mejorar la red de cajas nido que hay en los campus universitarios poniendo el foco en una especie de ave urbana concreta, en este caso el gorrión común. Este pájaro, aunque abundante, no es inmune a los impactos que le generamos los humanos y que están causando una disminución en sus poblaciones. Este declive procede principalmente por la falta de espacios para anidar, cambios en su alimentación natural y contaminación de todo tipo. Esa mañana instalamos una caja nido colonial con espacio para anidar para 3 parejas de gorriones e hicimos unos comederos que incluían una dieta pensada para la época de cría (con un aporte proteico extra debido a los insectos).  

• Por último, enfocamos nuestro trabajo hacia la fauna más ignorada y en ocasiones despreciada, los «bichos” (insectos y otros artrópodos). Estos pequeños animales representan una aplastante mayoría de la biodiversidad y cumplen unos papeles transcendentales en todos los ecosistemas. Para favorecerlos hicimos un “Jardín de bichos” experimental (sembrando especies nutricias para larvas de mariposas y plantas con abundante néctar) y volvimos a crear el cartel que anuncia el “Hotel de insectos”. Recordamos que estos voluntariados quieren mejorar nuestro entorno inmediato a la vez que ofrecemos una educación ambiental a los participantes, pero también es relevante la sensibilización ambiental de los visitantes de este espacio.  Por eso creamos ese cartel añadiéndole pequeños bichos y por eso también colocamos carteles en la caja nido de gorriones.

Aunque parezca mentira, nos dio tiempo a más tareas, pero entre ellas solo nos queda destacar el buen clima y ambiente que creamos en el grupo de voluntarios. Lo mejor es que además de hacer algo que nos motiva lo pasamos estupendamente.