¡Qué corra el agua! Restauración de las Acequias del Fardes.

El pasado domingo 17 de noviembre, un equipo de voluntarios/as del programa ECO
DÍAS se desplazaron hasta el Parque Natural de la Sierra de Huétor, en concreto a la
Venta del Molinillo. Cerca de este lugar se construyeron, hace unos doce años, dos
acequias que recrean las tradicionales. La finalidad es generar espacios óptimos para
que habiten especies singulares adaptadas a estas infraestructuras tradicionales y
sostenibles. Las acequias tradicionales se están perdiendo o deteriorando por toda
nuestra geografía. Esto afecta a una serie de insectos (como la libélula Coenagriom
mercuriale), anfibios (como el sapillo pintojo Discoglossus pictus) y otros grupos de
animales y vegetales que tienen en las acequias su refugio. Pero las acequias no son solo
un espacio biodiverso, cumplen otros múltiples servicios ecosistémicos vinculados con
el ciclo del agua o la conectividad de los hábitats.


Uno de los problemas de las acequias es que requieren de un mantenimiento periódico
para que continúen funcionando correctamente (y en ocasiones este no se realiza). En
las Acequias del Fardes la mayoría de los años solo hay que realizar un mantenimiento
menor asociado a la colmatación natural por sedimentos, que hace disminuir el caudal, o
a destrozos puntuales producidos por jabalís. Pero en ocasiones, como este año, el reto
es mayor. La primavera pasada una crecida del Arroyo de Prado Negro, del que se
alimentan las acequias, taponó con sedimentos los primeros 20-30 metros de una de las
dos acequias. Este gran tapón secó e inutilizó totalmente la acequia superior.
Ya hemos planteado el escenario y ya hemos planteado cual era el reto. Ahora toda
relatar la cantidad ingente de metros cúbicos de arena, tierra, lodo y piedras que tuvimos
que mover. Nos ensuciamos como jabalís en el barro. Esto obligará a nuestras lavadoras
a hacer un trabajo extra. Fue un trabajo físico muy duro, pero se logró afrontar con éxito
y con buen ambiente. Para el medio día, antes de comer, logramos que el agua empezara
a circular por la acequia.  Comimos todos juntos viendo como el caudal se recuperaba.
Por la tarde realizamos un último esfuerzo, plantamos algunos ejemplares de sauces,
álamos y chopos cerca de la acequia. También liberamos algunos árboles de gran porte
de sus protectores. Para terminar esta completa jornada, colocamos de forma simbólica
una caja nido para pájaros (para herrerillos y carboneros).


Y eso fue todo, pero antes de cerrar estas líneas queremos realizar una serie de
agradecimientos. Primero a la Fundación Caja Rural de Granada por su apoyo al
patrimonio natural y por apostar por la educación y la participación. También queremos
ser agradecidos a un grupo de entidades que formamos parte de un grupo que podríamos
llamar “Grupo de Amigos de las Acequias del Fardes”. Aquí estaría el Parque Natural
de la Sierra de Huétor, hay que valorar que la directora de este espacio natural participe
como una voluntaria más en esta iniciativa, la Asociación Herpetológica Granadina, la
Asociación Mustela e IDEA Servicios Educativos, Culturales y Ambientales SL,
gestores de este proyecto ECO DÍAS. Pero todas estas entidades solas tampoco
lograrían nada sin un lindo grupo de voluntarios/as que se implicaron a tope con esta
jornada.


Todos juntos fuimos capaces de que el agua volviera a fluir. ¡Qué el agua corra!

Fotos del trabajo

Bueno y ahora algunas del resultado

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