Amigos de las Acequias del Fardes

Parece el nombre de una ONG, que no lo es, aunque refleja bastante bien el trabajo realizado por los participantes de ECODÍAS en la jornada del pasado sábado 29 de noviembre denominada Acequias del Fardes y Arroyo de Prado Negro. 

Tras la buena experiencia del año pasado en este entorno, y debido al continuo trabajo de mantenimiento que requieren estas instalaciones tan vivas y cambiantes, en ECODÍAS volvimos a este espectacular paisaje de ribera otoñal situado en las cercanías de la Venta del Molinillo, en el Parque Natural Sierra de Huétor.

Por una cuestión organizativa, dividimos a los participantes en dos grupos, que se alternaron en el desarrollo de las actividades realizadas.

Por una parte, realizamos el trabajo de mantenimiento de los dos tramos de acequias que se crearon en este entorno con el fin de conservar y mejorar las poblaciones de algunas libélulas, mariposas y anfibios, que con el paso del tiempo y el esfuerzo continuado de diversos grupos de voluntariado, ha derivado no solo en la conservación de esas especies, sino en una mejora general de la salud del ecosistema y sus integrantes.

Estas acequias, que cogen el agua de derivaciones del Arroyo de Prado Negro, requieren de intervenciones continuas, que deben ser realizadas en otoño, por motivos de conservación, para que el fluir del agua sea el adecuado y la composición paisajística también lo sea. Así que, azada en mano, con las botas de agua calzadas y con muchas ganas de mover el esqueleto para entrar en calor, poco a poco fuimos retocando diversos aspectos: se retiraron piedras acumuladas en la base de la cubeta, se limpiaron acumulaciones de barros y derrumbes en algunos tramos, en especial en un anchurón de una de las acequias que sirve como recreación de una pequeño estanque de aguas más tranquilas, se reconstruyeron soportes de piedra de la acequia, se retiraron plantas crecidas en la acequia y que pueden provocar el tapado de la mismas (juncos, eneas, etc.), se retiraron algunas ramas y troncos, etc.

Al final se consiguió el objetivo de dejar los dos tramos de acequias listos y con el agua fluyendo con normalidad, por lo que en una temporada no se requerirá una nueva intervención en el entorno. Y de paso, pues nos quitamos el frescor del cuerpo e hicimos algo de ejercicio.

En uno de los tramos de la acequia también procedimos a colocar cuatro cajas nido, a las que primero dimos un pequeño arreglo y que luego distribuimos entre los árboles del entorno. Una labor que requirió de cierta “pericia” y con la que esperamos que los muchos y diversos pájaros del entorno, especial del grupo de los páridos, puedan encontrar unos habitáculos adecuados para su anidamiento. Veremos los resultados ya la próxima temporada, cuando procedamos a descolgar los nidales y ver si fueron usados.

No es la primera vez que trabajamos en estas acequias, pero si es la primera vez que además de trabajar en las mismas nos implicamos en un largo proceso encaminado a la mejora del bosque de ribera que acompaña al Arroyo Pardo Negro. En el año 2024 el espacio natural realizó un importante primer paso interviniendo en una antigua explotación forestal abandonada, una chopera de reforestación. Puedes conocer algo más de esta intervención visitando esta noticia que se publico en su momento.

Ahora nosotros hemos querido dar algún humilde paso realizando una doble tarea, primero evaluar como fue esa intervención realizada el año pasado y por otro realizar una plantación simbólica de más ejemplares. Para la primera tarea seleccionamos una muestra de ejemplares de la que concluimos que han sobrevivido un 14% de las plantas, es un índice bajo pero que refuerza la idea que ya sabíamos, reforestar es un proceso largo y complicado. Hay mucho camino por recorrer, nosotros quisimos poner nuestro granito de arena plantando 11 ejemplares nuevos de 4 especies de ribera diferentes. Intentaremos seguir aportando para lograr recuperar este bosque de ribera.

Una vez más, nuestro más sincero agradecimiento a todos aquellos participantes que acudisteis a esta convocatoria, también a los compañeros de la Asociación Mustela que nos acompañaron en la jornada y que tienen tan alta implicación en la puesta en valor y conservación de este entorno, y como no, al Parque Natural Sierra de Huétor, que siempre nos facilita la participación en las actividades que desde la Fundación Caja Rural de Granada, con el programa ECODÍAS, desarrollamos en la zona.

Esta ha sido la última actividad de participación ambiental del año 2025, pero no será la última de esta tercera edición del programa, a la vuelta de las navidades, ¡Atentos!, que se habrá actualizado el listado de propuestas y esperamos verte en alguna de ellas.

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