Disfrutando una histórica recreación del paraíso diversa y ordenada

Detrás de esta difícil y extraña definición, tipo crucigrama chungo, de “recreación del paraíso diversa y ordenada” nos referimos al Jardín Botánico de la Universidad de Granada que visitamos ayer 19 de noviembre. Lo primero que hicimos precisamente es centrar un poco el lugar que visitamos revindicando que no es solo una colección de plantas que refleja la clasificación botánica, es una institución. Y es que como dice el dicho, los árboles no te dejan ver el bosque, y un Jardín Botánico son más que lugares, son entidades dedicadas históricamente a la formación, la ciencia y la técnica que han asumido en las últimas décadas importantes labores de educación-sensibilización y de conservación del medio.

Después de aclarar que es lo que estábamos visitando (y disfrutando) hicimos un rápido repaso a la historia nuestro Jardín Botánico, el cual, pese a su reducido tamaño y diferentes épocas de abandono, es una pequeña joya que tiene un gran valor como jardín botánico que refleja el conocimiento botánico del siglo XIX. Como dijo su fundador D. Mariano del Amo y Mora más no se puede hacer “en los cortos límites de su extensión y presupuesto”.

Una vez hechas las presentaciones, elegimos una serie de ejemplares que consideramos más relevantes. El arrayan morisco, la sófora, el pino canario, la casuarina, el macasar, el caqui de virginia, el castaño de indias o el ciprés de los pantanos nos acompañaron en una singular vuelta al mundo. Dejamos el plato fuerte para el final con el singular ginkgo, un árbol con una historia natural y humana muy interesante, un fósil viviente lleno de sorpresas.

Fueron unos 90 minutos muy intensos, la actividad tenia una duración muy limitada y marcada por el anochecer. Nos dejamos historias por contar, plantas por conocer, pero mejor contar de menos que de más, quedarnos con ganas de más. Pero que recuerden las personas que participaron (y otros posibles lectores) que este es un lugar público y abierto a un uso público, un lugar que acoge al visitante que simplemente quiere disfrutar de esta “recreación del paraíso” que son los jardines y/o sumergirse en la apasionante botánica. Recuerda que el Programa ECO DÍAS está pensado “para conocer y conservar nuestro patrimonio natural” y en eso seguiremos embarcados.

Antes de despedirnos agradecemos a la Universidad de Granada esta nueva colaboración con el programa, pero sobre todo al grupo de preciosas personas curiosas que participan en este programa.