Más allá de la Alhambra

El pasado 13 de diciembre se realizó la última actividad del programa del 2025, ya estamos trabajando para poder ofrecer en unos días la lista de propuestas que queremos realizar en 2026. Ese cierre de temporada fue una visita guiada por Granada que denominamos “Un Rodeo a la Sabika”. Es un recorrido que supone bordear de forma amplia la colina de la Sabika sobre la que se asienta el conjunto monumental de la Alhambra. Lo hemos enfocado como un necesario ejercicio de intentar, en la medida de lo posible y con dificultades, “ignorar” por unas horas ese patrimonio de la humanidad para poder disfrutar otro legado que sobrevive a su “sombra”. Dicen que debajo de una farola no se ven las estrellas pues su potente luz impide ver esos pequeños y tenues puntitos de luz que representan las estrellas. Pero el valor de esas lucecitas humildes son su abundancia, su diversidad y su singularidad. Terminando la metáfora, el patrimonio de la ciudad de Granada transciende el inconmensurable legado de la ciudad palatina y su almunia, tenemos una gran cantidad pequeñas estructuras hidráulicas (pozos, acequias, albercas, etc.), palacios y castillos ocultos y/o en ruinas, bosques, valles y paisajes hermosos y cercanos… y mucho, mucho más. Tenemos que disfrutar y conservar todo ese humilde e ignorado patrimonio y el primer paso es visitarlo. Y para eso este itinerario (y muchos otros que ofrecemos) para poner en valor ese “otro” patrimonio natural, cultural e histórico.

Haciendo un somero y poco exhaustivo repaso a la visita del día podemos recordar que nos llevo a desvelar las implicaciones históricas y culturales del “conglomerado Alhambra”, a conocer el origen de los diversos nombres que tiene uno de los accesos más bonitos a la colina de la Sabika, a valorar la importancia de las acequias, a comprender un poco más las figuras de protección ambiental, a descubrir almunias y palacios nazarís por encima de los mundialmente conocidos (y el reto que supusieron esas construcciones más altas que la Alhambra y el Generalife) o a conocer el poco transitado Barranco del Abogado.

Nosotros estamos satisfechos de esa mañana, el “tiempo acompañó”, el otoño esta precioso y como siempre, lo mejor, el lindo y variado grupo de personas inquietas y curiosas que nos reunimos. Gracias a todos ellos y, una vez más, a la Fundación Caja Rural de Granada por hacer este programa posible.

Ponemos un punto y aparte. Volveremos en una semanas con muchas ganas (y más gorditos).